Descripción
En la vida cotidiana algunas personas se consideran poseedoras de toda la verdad. Esto determina una postura de subestimación al razonamiento del otro e imposibilita la verdadera autoexpresión.
Importante es la convicción de que nadie posee toda la verdad, esta se construye colectivamente. El criterio de las personas siempre resulta un aporte valioso, y por tanto, merece respeto.
Existen individuos que «llevan la voz cantante, aportan las mejores ideas, monopolizan la palabra, ofrecen soluciones para todos los problemas», actitud con tendencia a pensar que los demás no poseen opinión propia y entorpecen la expresión directa y abierta.
No importa cuán vasto sea el conocimiento de alguien, nunca podremos conocerlo todo. Cada ser humano aporta al proceso infinito de construcción de las ideas, para transformar las realidades.
Las personas requieren de paciencia para no interrumpir los pensamientos y ayudar a clarificar estos cuando existe confusión, resulta necesario. Quien exprese lo preciso y lo concreto y deje espacio a los demás, muestra cortesía y educación.
La fórmula consiste en escuchar atentamente y comprender lo dicho. El presentador de ideas o proyectos agresivo, que no escucha, jamás convencerá a su interlocutor.
El prejuicio y las conclusiones anticipadas no favorecen una opinión objetiva, pues generalmente corresponden a ideas preconcebidas sobre un tema en cuestión. El éxito consiste en practicar la delicadeza, el tacto y el respeto a los demás. Si cada hombre asume esta actitud como premisa, la sociedad contará con individuos más sabios.
La escucha es una habilidad comunicativa imprescindible en cualquier relación interpersonal y fundamental en las relaciones de dirección. Sin embargo, investigaciones realizadas evidencian que existen barreras al respecto, me motivó a profundizar en el tema, y a ofrecer un texto donde se recogiera lo que hemos encontrado escrito.
La compilación revela interesantes reflexiones acerca del tema, que invitarán a profundizar en él para lograr el cambio y eliminar obstáculos.
¿Cuál es la diferencia entre oír y escuchar?
Oír: es simplemente oír vibraciones de sonidos. No podemos dejar de oír, a menos que nos tapemos los oídos.
Escuchar: pertenece al mundo interpretativo del lenguaje. Se extiende a la estructura interna de la persona aun cuando no hay sonido. Es un proceso psicológico y activo. Podemos dejar de escuchar cuando queramos.
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